10/03/11
Como ya se ha ido comentando con anterioridad, nos encontramos en tiempos de crisis lo que hace las cosas mucho más difíciles para los compradores, pero también a los que intentamos vender. En el caso de la publicidad nos encontramos con un momento en el que la creatividad se está dejando de lado. Ahora solo vale ser creativo si consigues vender lo suficiente como para que al cliente le guste la campaña. La crisis económica limita la libertad neuronal de los creativos publicitarios. Los bolsillos de los ciudadanos se resienten, la demanda se reduce y las empresas quieren, ante todo, vender. Por ello, dejan de interesarse por producir bonitos anuncios con mensajes abstractos que sirvan para definir ese concepto tan esotérico llamado marca y se centran en estimular el consumo. En épocas de crisis como la actual, reinan las técnicas de toda la vida, como las ofertas y las promociones. El lema parece ser: 'Busque, compare y, si encuentra algo mejor, llévese los dos productos y le regalamos un tercero'.
Como ya se ha ido comentando con anterioridad, nos encontramos en tiempos de crisis lo que hace las cosas mucho más difíciles para los compradores, pero también a los que intentamos vender. En el caso de la publicidad nos encontramos con un momento en el que la creatividad se está dejando de lado. Ahora solo vale ser creativo si consigues vender lo suficiente como para que al cliente le guste la campaña. La crisis económica limita la libertad neuronal de los creativos publicitarios. Los bolsillos de los ciudadanos se resienten, la demanda se reduce y las empresas quieren, ante todo, vender. Por ello, dejan de interesarse por producir bonitos anuncios con mensajes abstractos que sirvan para definir ese concepto tan esotérico llamado marca y se centran en estimular el consumo. En épocas de crisis como la actual, reinan las técnicas de toda la vida, como las ofertas y las promociones. El lema parece ser: 'Busque, compare y, si encuentra algo mejor, llévese los dos productos y le regalamos un tercero'.
Pero las prioridades de los consumidores no son lo único que ha ido cambiado desde que entramos en esta situación. Algo que se ha visto afectado es la forma de actuar de las empresas. Ahora las empresas lo que buscan es vender, y cada vez más desesperadamente. Por lo tanto la publicidad se ve cada vez más reducida en creatividad, como ya hemos dicho. Pero esto no es lo único que cambia. Los presupuestos que están dispuestos a dar los clientes de las agencias también ha cambiado mucho, y a la baja.
Esto por lo tanto se convierte en un círculo vicioso, en un cúmulo de situaciones que crean la sensación de que la publicidad está de capa perdida en estos tiempos, además de dar la sensación de anuncios vacíos, sin más interés que vender y que por lo tanto, la sociedad, tiene aborrecidos. Pero eso no es del todo así. “En las grandes crisis el corazón se rompe o se curte”, escribió Balzac hace más de un siglo. Y basándose en esta afirmación, varios profesionales critican estas campañas cortoplacistas y sostienen que las épocas de dificultades económicas son, en publicidad, tiempos de grandes oportunidades. 'No hay que perder nunca de vista que el activo más grande de una empresa es la marca y que la publicidad no es un gasto, sino una inversión. Las marcas más fuertes salen reforzadas de las crisis', asegura Fernando Ocaña, presidente de la agencia Tapsa. Lo mismo defiende Eduardo Madinaveitia, director general técnico de Zenith Media: 'Recortar el gasto publicitario es un error, porque en las crisis muchos competidores bajan la guardia y hay que aprovechar esos momentos para reforzar la propia marca; porque al final es lo que cuenta, ya que los productos, en definitiva, suelen ser muy parecidos'.
Para añadir un último aspecto de cómo afecta la crisis a la publicidad, os dejo este vídeo. Creo que no hay mejor manera que esta para explicar lo que está sucediendo. ¿Quién mejor que dos profesionales?
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